Muchas veces en
nuestra vida nos encontramos con situaciones en las cuales empleamos, sin
darnos mucha cuenta, los números ordinales.
En matemáticas, un
número ordinal es un número que denota la posición de un elemento perteneciente
a una sucesión ordenada. El concepto de número ordinal, es también un concepto
lingüístico. En este sentido, es aquel numeral que expresa la idea de orden o
sucesión. Tiene género ("primero" / "primera") y puede
aparecer apocopado ("primer").
Desde el punto de
vista protocolar, los números ordinales se utilizan con un nombre propio de la
disciplina. En efecto, se puede afirmar que la ordenación de personas, países,
instituciones según un antes y un después, son las llamadas precedencias.
Las precedencias no
son temas para especialistas sino para todos, y las llevamos a la práctica
utilizando las formas del orden alfabético, de la antigüedad, la cortesía, la analogía
o una norma.
Por orden
alfabético podemos ubicar apellidos, nombres de provincias, de países, de
ciudades, de empresas. Es quizás el criterio más simple de aplicar aunque a
veces podremos acudir al de la antigüedad. El Protocolo no es una ciencia
exacta y los ejemplos pueden ayudarnos. En el momento de nombrar a dos empresas,
la fecha de sus fundaciones darán la solución correcta, es decir por la
anterioridad en la existencia.
El principio de la
antigüedad rara vez será conveniente usarlo para personas de existencia física.
Cabe, en el momento de conceder una precedencia no tener en cuenta la edad del
empresario sino la fecha de creación de la actividad económica.
El principio de la
cortesía es quizá el que podemos usar con mayor amplitud. Así, sin poseer una
obligación, concedemos una ubicación a la esposa de un empresario. Son
concesiones graciosas de la profesión. Este principio se observa claramente
cuando una señora acompaña a su marido a un banquete o a un acto y le
corresponde la misma precedencia de su cónyuge.
El principio de la analogía
nos habla de realizar un razonamiento basado en la existencia de atributos
semejantes en personas o cosas diferentes. Un ejemplo nos ayudará a
comprenderlo mejor. Así, cuando a una ceremonia concurren personas que han
participado en un campeonato deportivo y fueron premiadas, todas ellas tendrán idéntica
precedencia porque pertenecen a una misma institución deportiva.
Las precedencias
por una norma, se dan, por ejemplo, en el gobierno nacional, en el
departamental, en una institución o en una empresa. Todos los países poseen sus
propias normas sobre precedencias y deben ser respetadas.
Después de haber
recordado los grandes principios, es el momento de expresar que las precedencias
son la plasmación real del puesto que personas, banderas, escudos e himnos
ocupan en la escala valorativa de una sociedad.
La anterioridad en
el orden está presente en nuestras vidas y la ordenación según un antes y un
después, no es una discriminación. Por eso un grande del jazz expresó que en
una partitura no hay swing, porque sólo puede darse en la ejecución. Me apropio
de esa frase y la aplico al Protocolo cuando trata de actuar siguiendo fielmente
los grandes principios enunciados hoy.
Roberto Sebastián Cava
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todo comentario, observación o crítica de los lectores, se deberá realizar mencionando su nombre y apellido completos y dirección electrónica.
Bajo ningún concepto se publicarán comentarios anónimos, firmados bajo seudónimo o con iniciales.